Cuando el plazo del mediodía sustituyó al de la medianoche como recta final para satisfacer a la AFE se ganó mucha tranquilidad, sobre todo nocturna. Pero eso no evita los demás sobresaltos. Además de los rumores de moratoria, el anuncio de que hasta lunes nada será oficial, o el pago o no pago de los clubes, desde el mediodía se conoció un último intento por parte de Carlos Uriarte de hacer el ingreso el lunes si fructifica alguna gestión que está realizando. Para eso, tendría que convencer a la AFE -no nos consta si ya lo ha logrado- sobre la especialidad del caso del Badajoz, al que se le acaba de denegar el convenio con los acreedores.
Como se sabe, los propietarios temen que el auto de liquidación tenga efecto con la temporada ya arrancada, por lo que busca alguna garantía judicial para que esto no se produzca. El mutismo sobre dichas gestiones es absoluto, así como las conversaciones y desencuentros entre el propio Uriarte y la otra cabeza de la bicefalia del poder blanquinegro, Íñigo Landa. Si ambos hubieran estado de acuerdo desde un principio y ambos quisieran dar el paso de salir a competir en Segunda B no se habría llegado hasta este agónico desenlace. Pero no es seguro que los dos contemplaran el mismo futuro para el Badajoz.
En principio, el plazo quedó agotado a las 12.00 de la mañana del sábado y lo que se haga en la mañana del lunes que no se haya hecho antes de ese momento no es válido. El Badajoz ya tenía el dinero, pues había cobrado el primer plazo de la subvención del Ayuntamiento y la deuda de cerca de 20.000 euros que mantenía con la federación extremeña.
