Que no se seque el oasis
La comercialización en moneda nacional de productos
de primera necesidad presenta una gran problemática: la oferta no
satisface la demanda
Diana Ferreiro, Pastor
Batista, Ortelio González Martínez, Lisandra Díaz Padrón y
Roxana Núñez, estudiante de Periodismo
Los Mercados Artesanales Industriales (MAI) constituyen más que
una alternativa para muchas familias cubanas, quienes acuden a ellos
buscando productos de primera necesidad como jabón, detergente o
pasta dental, entre otros, comercializados en moneda nacional en
dichos establecimientos. Es por ello que la carencia de estos y
otros artículos, los precios desiguales en los mercados o la
heterogénea distribución, alarman y preocupan a los clientes. Y no
solo esto. La información que brindan los dependientes o su trato a
la población en ocasiones deja mucho que desear.
La información sobre los productos y la atención a los clientes no
siempre es una constante. Fotos: Ismael Batista y Yander Zamora
Un equipo de Granma realizó un recorrido por diferentes
MAI, no solo de la capital, sino de otras provincias. La realidad
constatada allí va desde ausencia total de productos buscados por
los clientes, como el cepillo de dientes para adultos o los
bombillos ahorradores, hasta artículos reevaluados por lento
movimiento, algunos de los cuales la población desconoce su
existencia o su uso, como cremas de tratamiento para el cabello o
suelas de zapato, entre otros.
Ausencia vs. Olvido
"Aquí no hay cepillos de dientes desde hace más de un año, pero
los cuentapropistas sí tienen, cerca de aquí, o si no, los
encuentras en divisa", explicó la dependiente del MAI El Lucero, del
municipio capitalino de Cerro.
Joaquín Luis Campos, administrador del MAI Miramar, pone sobre la
mesa un problema, en ocasiones la demanda supera la oferta. Así
sucedió a inicios del mes de enero, cuando esa unidad presentó
déficit de jabón de lavar, lejía y salfumán y un abastecimiento de
540 pomos de detergente líquido se agotaba en dos o tres días, a
pesar de que se tomaron medidas para evitar que se acaparara el
producto.
Norma González, residente del municipio de San José de las Lajas,
en reiteradas ocasiones ha tenido que viajar hasta el Cotorro, en La
Habana, para adquirir productos de aseo como detergente líquido y
jabón. Desde mediados de enero, el mercado industrial La Esperanza
(en la capital de Mayabeque) no recibía en sus estantes algunos de
estos artículos.
Los productos de aseo de primera necesidad son los más buscados por
la población.
Durante el 2013 la provincia mayabequense cumplió al 106 % su
plan de asignación de artículos de higiene y limpieza, sin embargo,
la demanda del jabón de seis pesos, de tocador y de lavar, y del
detergente líquido de 25 pesos, está por encima del respaldo de la
industria. Mientras, el jabón Daily (11 pesos) y el detergente de 30
pesos se mantienen casi siempre en estos establecimientos porque la
preferencia de la población está en los anteriormente citados, ya
sea por costo o calidad.
Aun así, y sin negar baches muy específicos, líneas como las de
higiene han mostrado estabilidad en algunos territorios como Las
Tunas, y no son un problema, según explican directivos de Comercio
en esa provincia.
Pero, ¿cómo funciona el abastecimiento a estos mercados? ¿Existen
zonas priorizadas? ¿Cómo detectan los productos más buscados por los
clientes? ¿Cómo suplen la falta de estos?
Para llenar estantes
Evangelio López, director comercial de la Unión de Empresas de
Comercio y Gastronomía, explicó que cada viernes especialistas de
las direcciones municipales de esa entidad, junto a los compañeros
de las empresas Universales, encargadas de abastecer a las distintas
unidades, realizan una inspección y conciliación de los productos
que necesita cada MAI en todo el país.
"Si hablamos de pintura, por ejemplo, se revisan los colores, la
cantidad existente en inventario, cuánto se ha vendido, etc. Se
hacen estudios de mercado para saber cómo se mueve el producto y se
analiza entonces la situación que tiene la red. Si el producto es de
importación y aún no ha entrado puede haber un bache en la
comercialización, como sucedió en el 2012 con la frazada de piso",
apuntó.
En algunos establecimientos los estantes están abarrotados de
artículos con muy poca venta.
Por su parte, Francisco Silva Herrera, director de Comercio
Mayorista y Logística del MINCIN, comentó a Granma que
existen zonas de mayor afluencia de clientes, por la concentración
no solo de población residente, si-no de la población flotante: "Es
el caso de Centro Habana, La Habana Vieja, Vedado, y otros
municipios de la capital y del país; por lo que tienen prioridad,
como política del MINCIN, pero son las direcciones de las empresas y
las sucursales las que de acuerdo con el comportamiento de las
ventas establecen las prioridades", aseguró.
El desabastecimiento de productos en la red de Mercados
Artesanales e Industriales puede atender a varias causas. Los
artículos importados, por ejemplo, dependen de una serie de factores
(contrataciones, llegada a tiempo, etc.), para llenar los estantes.
Además, en ocasiones la industria tiene faltante de materia prima, o
sufre los desperfectos en el equipamiento técnico para producir
determinado artículo.
Pero según Evangelio López, hay desabastecimiento también por
negligencia de los directivos de los establecimientos, de los
cuadros: "Nosotros tenemos indicado que cuando llegue un producto, y
en un municipio existen siete o 12 mercados, y de ese producto queda
solamente en cinco establecimientos, el deber del comercial, si le
importa su trabajo, es mover de un lado para el otro, ‘mover’ los
inventarios.
"También es cierto que en las unidades se carece de un grupo de
condiciones como transporte, medios técnicos para poder accionar,
pero siempre puede buscarse una solución. Quiere decir que el
desabastecimiento puede ser voluntario o provocado por un mal
trabajo de los directivos", dijo.
Cepillos dentales: no
todo anda a pedir de boca
El mal llevado matrimonio producción-comercialización de los
cepillos dentales data casi desde el mismo tiempo en que comenzó a
mover el andamiaje la línea de esos artículos de primera necesidad,
en la empresa avileña Juan Antonio Márquez.
Con la vista fija en la sustitución de importaciones, en febrero
del 2010 una inversión amplió la capacidad industrial hasta los 11
millones 500 mil unidades al año, un 15 % por encima de la
existente. Se pensó, incluso, en otro proceso inversionista para
llegar a los 18 millones, pero hubiera sido un fiasco, pues en los
últimos años ha disminuido la demanda del MINcin y en consecuencia
los planes productivos, pese al déficit que experimenta ese artículo
de primera necesidad en el mercado nacional.
En un diálogo sostenido por redactores de Granma con
directivos del MINCIN y el Grupo Empresarial de la Industria Ligera,
Francisco Silva, director de Comercio Mayorista y Logística de ese
organismo explicó que al cierre del 2012 los almacenes tenían una
amplia disponibilidad de este producto, razón por la cual para el
2013 solo solicitaron a la industria un millón 400 mil cepillos para
adultos.
La petición no tuvo en cuenta solo la disponibilidad en los
almacenes, sino que tomó como base las ventas del 2012, explica
Silva. Sin embargo, durante el 2013 se produjo un pico en las ventas
de este artículo, motivado, según opinan especialistas del MINCIN,
por las campañas de salud relacionadas con el uso del cepillo y su
reemplazo cada tres meses.
Ya sean esas las causas, o no, lo cierto es que desde mediados
del año 2013 este renglón comenzó a escasear en la red a nivel
nacional hasta llegar a la situación actual.
Para este 2014 la producción será de siete millones 500 mil
unidades y está garantizada, asegura Larissa Stoute Rosa, directora
general de la Juan Antonio Márquez. No obstante, señaló que una
nueva demanda de 25 millones no es posible asimilarla, porque no se
realizó la planificación del financiamiento y la materia prima.
A ello habría que añadir que esta nueva petición sobrepasaría las
capacidades productivas de esa fábrica.
¿Por qué un salto tan grande de 7,5 a 25 millones? A todas luces,
tal aumento denota que no se hizo un minucioso estudio de mercado
para conocer con exactitud la demanda verdadera de la población.
Francisco Silva, director de Comercio Mayorista y Logística del
MINCIN, reconoce además que este artículo no estaba incluido en la
serie de productos cuya presencia en los establecimientos es
monitoreada mensualmente: "No tenerlo incorporado dio como resultado
que no se tuviera la percepción de que era un producto que estaba
faltando en el mercado", señaló.
Pero las diferencias entre productores y comercializadores no
provienen del 2013, sino que se han sentido desde la propia
ampliación de las capacidades de la industria. Así se evidencia en
el hecho de que en el 2011 la línea fabricó diez millones de
unidades y, un año después, los comercializadores solo pidieron poco
más de un millón, alegando que el producto estaba abarrotado en los
almacenes.
Curiosamente mientras la fábrica andaba a media máquina, se han
continuado importando cepillos, incluso de inferior calidad a los de
CEPIL. De nada ha valido que el cepillo dental avileño haya sido
avalado por el Instituto Nacional de Higiene de los Alimentos, ni el
premio de la calidad obtenido en la Feria Internacional de La
Habana, en el 2002, ni el prestigio alcanzado por la fábrica que
inaugurara el Che en 1963.
La
atención debe ser primordial
El buen servicio no parece ser un punto neurálgico. El personal
de esos mercados se acerca en ocasiones al servicio que la población
necesita, aunque también es cierto que muchos de los
establecimientos visitados por este equipo carecen de información
sobre los productos o de la profesionalidad que exige el trabajo con
público.
"Cuando vengo al pueblo —relata Arturo Diego, quien reside en la
rural zona de El Níspero, provincia Las Tunas— llego a esta tienda
(El Encanto) donde jamás me han maltratado y casi siempre consigo lo
que busco o me dicen dónde puedo encontrar lo que me hace falta".
Interesado en acercar los servicios a la población, sobre todo a
la más alejada (áreas periféricas y asentamientos rurales), el
territorio tunero aprovecha, además, experiencias como las asociadas
al proyecto comunitario "Por nosotros mismos", para, en medio de las
múltiples actividades y acciones que cada domingo realizan, poner
también a pie de barrio o de batey productos imprescindibles no
siempre al alcance de las familias que allí viven.
Pero es obvio que dentro del entorno socio-comercial, en general,
el poder adquisitivo, la imposición de precios que no se
corresponden con el ingreso salarial, así como la tendencia de la
población a "no comprar cualquier cosa", sino lo realmente útil y de
calidad... , todo ello hace que picos, palas, hachas, cántaras, tola
para chapistería, sets de electricidad, de carpintería y otros
elementos similares ocupen en estantes un espacio para el cual no
fueron concebidos.
Y ese inmovilismo no ayuda a nadie: ni a la entidad o mercado, ni
a sus trabajadores, ni a la empresa, ni a la población, ni a la
economía... , sobre todo si a un mes le sigue otro, y otro, y muchos
más, sin que grandes volúmenes de esos productos cumplan el
propósito para el cual fueron fabricados, no satisfagan necesidades
familiares o sociales y tampoco generen los ingresos económicos que
tanta falta le hacen al país.
En el mercado de la Terminal de Ómnibus Nacionales, por ejemplo,
este equipo observó en las vitrinas la mayoría de los artículos de
primera necesidad, carentes en otras unidades. Del otro lado del
cristal, porque a pesar del horario (11:00 a.m. a 5:00 p.m.) el
establecimiento se encontraba cerrado cuando solo eran cerca de las
dos de la tarde del martes 14 de enero.
Lo cierto es que el principal problema está en que la demanda de
los productos más necesitados por la población supera la oferta, o
las capacidades de la industria en algunos casos. Mientras, por otra
parte, muchos artículos "envejecen" en los estantes sin bajar de
precio en mucho tiempo.
Un sistema más dinámico, que implemente estudios de mercado
eficaces, capaces de promover las mercancías donde y cuando sea
necesario para facilitar su venta, son solo algunas de las pautas
para que los MAI se conviertan en la primera opción de la población
cubana a la hora de ir al mercado.
Sobre los precios...
La diferencia de precios de los productos es otro aspecto que
afecta la calidad de los servicios y demuestra el inefectivo control
de las administraciones y sus instancias superiores. Así se pudo
comprobar durante un recorrido por los MAI Color Centro y Panorama
del capitalino municipio de Playa, donde se vendía la misma licra
corta para niños, a 25 y 30 pesos indistintamente, a pesar de que en
ese mismo momento (jueves 16 de enero) ambos mercados artesanales
estaban siendo inspeccionados. |