Continuamente se realizan estudios sobre diferentes temas con los que podemos ir aprendiendo a hacer las cosas cada vez mejor. Hoy os traigo 8 estudios que no debes perderte antes de ponerte a dieta.

Estudio nº1:

Seguro que has escuchado o leído alguna vez que dormir poco engorda. Esto es algo que se ha revelado en numerosos estudios y, una vez más, nos lo confirman estudios realizados por la universidad de Chicago, en el que aseguran que durmiendo poco se consigue que la quema de grasas reduzca considerablemente.

Estudio nº2:

¡Imaginación al poder!. Estudios realizados por la Universidad Carnegie Mellon (Pittsburgh, EE UU) afirman que, cuando se tienen ganas de tomar algún chocolate o dulces, imaginarse tomando grandes cantidades de estos alimentos podría ser la solución.

Estudio nº3:

Según la revista American Journal of Clinical Nutrition, comer delante del ordenador, televisión o algún videojuego hace que nuestro apetito aumente a lo largo del día.

Estudio nº4:

Según estudios realizados por la universidad de Purdue (EE UU) consumir regularmente pimienta roja puede ayudar a reducir el apetito y a quemar más calorías de lo habitual después de cada comida.

Estudio nº5:

Estudios realizados por la universidad estatal de Washington, leer las etiquetas de los productos alimenticios que compramos ayuda a bajar de peso.

Estudio nº6:

Si tienes frío, ¡no enciendas la calefacción!. Cuando tu cuerpo tiene frío se dedica a consumir la grasa acumulada para permanecer a la temperatura adecuada produciendo calor, según nos informan en la revista Obesity Reviews.

Estudio nº7:

¿Comer rápido engorda?. Es una pregunta que nos hacemos desde hace mucho, mucho tiempo. Hoy tenemos la respuesta: sí, comer rápido engorda porque reduce la segregación de aquellas hormonas que nos dan la sensación de que ya estamos “llenos”, por lo que acabamos comiendo más de lo que debemos sin darnos cuenta.

Estudio nº8:

Perder peso trae consigo muchos beneficios como la mejora en la salud, en la autoestima, etc. Pero además tiene un beneficio más que antes desconocíamos: mejora la memoria. Según la universidad Kent State (EE UU), la obesidad viene acompañada de problemas como hipertensión, apnea del sueño, diabetes tipo 2… Por tanto afirman que, si estos problemas desaparecen, la memoria funciona mejor.

Imágenes Roiage | Bureau de salud | Web La voz

Vía | Muy interesante