Fachada del Obradoiro

Lo que vemos es el resultado de la intervención del arquitecto, Fernando de Casas y Novoa, que no llegó a ver su obra concluída. Falleció antes de cumplir los 50 años, el 26 e noviembre de 1749, la obra finalizaría en 1750.

Los arcos de acceso al Pórtico de la Gloria habían sido modificados en 1520 y las escaleras de acceso en 1606. La torres románicas también sufrieron alteraciones; así la del sur recibió una modificación tal vez en el siglo XV y es reforzada con contrafuertes en los siglos XVI y XVII convirtiéndose en un bloque macizo que se extiende hasta el claustro. Sobre esta torre elevó José de la Peña el cuerpo barroco sobre el que se asientan las campanas entre 1667 y 1670.

Fernando de Casas buscando la unidad construye en la torre norte una especie de galería, un saliente practicable paralelo con el contrafuerte de la otra torre; además sigue el modelo barroco de la torre norte en la torre sur o de la Carraca. Entre ambas torres construye una fachada barroca respetando los huecos que suministraban luz al Pórtico de la Gloria y a su tribuna. En la cima del centro se halla la imagen de Santiago el Mayor vestido de peregrino, y a sus pies y de rodillas se postran los reyes españoles. A ambos lados y sobre bolas, dos parejas de ángeles con la Cruz de la Orden de Santiago. Más abajo, la tumba del apóstol con la estrella y a ambos lados los discípulos de Santiago, Teodoro y Atanasio.

En la torre de las Campanas o norte, la imagen de Salomé y en la de la Carraca o sur la de Zebedeo; los padres de Santiago y de San Juan Evangelista. En el bloque de refuerzo saliente de la derecha las esculturas de Santiago Alfeo y de Santa Bárbara, la guardiana de las torres y protectora contra los rayos. En el otro lado San Juan Evangelista, el hermano de Santiago y Santa Susana, la copatrona de la ciudad. La torre de la Carraca recibe su nombre del mecanismo que estaba instalado sobre ella, en su momento. Consistía en una carraca de madera, que se utilizaba para llamar a los fieles a los oficios en Semana Santa, ya que por aquel entonces, estaba prohibido hacer sonar las campanas en dicha efemérides.

Un dato curioso, hasta no hace mucho tiempo, en la torre de las campanas y con acceso desde el tejado de la Catedral, vivía un sastre encargado de las vestimentas religiosas de la misma que, junto con el dinero que cobraba por el desempeño del oficio, sobrevivía con la cría de un cerdo y varias gallinas ¡en pleno tejado de la basílica!.

¿Cuánto costó la obra?

Lo que casi nadie sabe es cuánto costó la gran obra. Nos lo dice López Ferreiro en el tomo diez de su “Historia de la Catedral”. Fueron exactamente 851.104 reales de aquellos tiempos (Siglo XVIII). Incluso detalla los gastos por año, de los trece escasos que dura esa, veamos:

Año

Reales

Año

Reales

1738

89908

1745

73486

1739

69594

1746

72244

1740

63706

1747

67004

1741

74847

1748

49755

1742

79459

1749

50871

1743

71601

1750

10000

1744

78618

Total 851104

Lo que suma la cantidad de 851.104 reales incluidos los 1500 que se pagaron en Diciembre de 1738 a Casas Novoa por los planos.

No sabemos muy bien a cuánto ascendería en euros de hoy.