Director del SML declara por caso de extravío de riñón
El director del Servicio Médico Legal de Temuco (SML), Patricio Bustos, declaró este miércoles como testigo ante el fiscal regional, Cristián Crisosto, quien dirige una investigación para establecer la presunta responsabilidad de un médico del organismo forense local, Sergio Herrera Umanzor, en el presunto extravío de un riñón enviado desde Punta Arenas para la realización de peritajes.
El representante del Ministerio Público se trasladó, no obstante, hasta la capital para realizar la diligencia, la que se materializó en la Fiscalía local de Las Condes.
También el prosecutor recabó la versión del subdirector del Servicio David Montoya y del jefe de auditoría de la entidad legista, Pablo Araya.
Además en los próximos días tomará declaración a una serie de peritos y testigos de la autopsia que se le efectuó a Juan José Oyarzún Galindo (78), quien falleció en septiembre de 2006 en el Hospital de las Fuerzas Armadas de Punta Arenas debido a una infección que sufrió tras ser operado de un cálculo en su riñón izquierdo.
Este caso había sido cerrado al no encontrar la fiscalía de Temuco antecedentes suficientes que permitieran continuar con las indagaciones, sin embargo, el tribunal de garantía de esa ciudad de la Araucanía ordenó la reapertura y realizar las diligencias solicitadas por el abogado de la familia, José Saavedra, las que en los últimos días ha estado cumpliendo el fiscal.
La causa se inició en 2008, cuando la familia de Oyarzún Galindo presentó una querella contra Herrera por los presuntos delitos de prevaricación, obstrucción a la investigación y falsificación de documento o instrumento público, cuestionando una pericia ictológica que realizó el doctor, en la cual –según los acusadores- no había tejido renal, presumiéndose que el órgano que debía ser analizado por el servicio había desaparecido en su traslado de Magallanes a Temuco.
La pericia había sido requerida por la familia de la víctima en el marco de otra investigación anterior por negligencia médica, que instruyó la fiscalía de Punta Arenas y que no perseveró.
Además, según los registros del Ministerio Público, hubo otras dos querellas por estos hechos que tampoco prosperaron.
LA NEGLIGENCIA
Según los antecedentes del caso, luego que Oyazún Galindo falleciera, sus familiares denunciaron negligencia médica y solicitaron exhumar el cadáver para la realización de peritajes a los riñones.
Cumplida la pericia, se resolvió enviar los órganos al SML de Temuco porque en Punta Arenas no era posible efectuarlas.
De acuerdo a los antecedentes recabados por el querellante, a Temuco habría llegado el riñón derecho y sólo parte del izquierdo, que es el que se operó y debía ser analizado.