Mujer, chilena y líder de las escuelas de Saint Paul en EEUU
Valeria Silva llegó a Minnesota hace 24 años con un poco de inglés y hoy tiene uno de los puestos más importantes del estado en educación.
Valeria Silva es una chilena oriunda de Antofagasta que a los 14 años, por el trabajo de su padre, se mudó con su familia a Santiago. Valeria se recibió de la Universidad Católica y había hecho unas cuantas sustituciones en algunos colegios cuando decidió viajar a Minnesota a ayudar a su hermana con sus hijos.
Aunque había tomado unas clases de inglés en el Chileno Norteamericano de Santiago, fue en Minnesota donde aprendió inglés y conoció al que sería su marido tiempo después.
Cuando obtuvo un empleo como profesora de español, ella pensó que había alcanzado lo máximo. Sin embargo, la directora del colegio vio que Valeria poseía cualidades que ni ella misma sabía que tenía. Esa directora y un profesor de liderazgo de la Universidad de Minnesota le dieron el aliciente que ella necesitaba para darse cuenta de su potencial como líder.
Valeria reconoce que la carrera en la educación puede parecer ingrata porque los sueldos son bajos, y el público en general es muy crítico de la labor docente pero la recompensa la constituyen todos aquellos adultos que hoy por hoy le escriben o la llaman para agradecerle la influencia que ella ha tenido en sus vidas y aquéllos que ella sabe que pudieron egresar de la educación secundaria con un prospecto de vida mejor.
El 23 de noviembre del año pasado, fue elegida superintendenta de las escuelas públicas de Saint Paul, el segundo distrito más numeroso en el estado. Su nominación fue precedida por una votación unánime de los miembros de la Mesa Directiva Escolar.
Valeria dice que en su distrito hay 40,000 estudiantes y un 78% de ellos reciben un almuerzo gratis en la escuela. Muchos de estos niños provienen de hogares de escasos recursos o de hogares fracturados por problemas sociales. Sin ayuda oportuna, a estos niños se les hará muy difícil terminar sus estudios secundarios.
Pero a Valeria no se le han subido los humos a la cabeza, para empezar accedió de muy buen talante conversar conmigo para La Nación. Ella es muy accesible y cree en el trabajo colaborativo para poder dar solución a los grandes desafíos de hoy en día. También se apresura en asegurar que si está donde está es gracias a todas las personas que la rodean y que han colaborado con ella en sus proyectos.
Algunos de sus proyectos han sido implementar el programa de escuelas de inmersión en Minnesota y diseñar un programa de enseñanza del inglés para personas que lo hablan de forma limitada. Este último ha alcanzado reconocimiento a nivel nacional y es usado en diferentes estados de EE.UU.
Toda su familia, con la excepción de sus hijos y esposo, se encuentra en Chile. Ellos están muy orgullosos de ella especialmente su mamá que siempre le pide que le mande recortes de los diarios donde ella aparece entrevistada aunque no entiende inglés. Valeria dice que ha sido difícil criar a sus hijos lejos de la familia y lejos de sus raíces. Ella siempre lleva a Chile en su corazón y piensa que algún día cuando se jubile, le gustaría volver a Chile para trabajar en proyectos educacionales en nuestro país.