Género de musicapopular.cl
Folclor
 

En su definición amplia, que comprende la existencia de un pueblo (folk) y su sabiduría popular (lore), la música folclórica está constituida por los más ancestrales repertorios de transmisión oral y autor anónimo presentes en la tradición. La evocación religiosa, una de sus motivaciones, inspira el canto a lo divino y aparece fusionada con ritos precolombinos en festividades vigentes hasta hoy. Y el arte de poetas populares, cantores campesinos, payadores y guitarroneros como el decimonónico Críspulo Gándara sigue igualmente vigente con artistas como Santos Rubio y su hermano menor Alfonso Rubio.

Pero en el siglo XX varias manifestaciones de esa raíz se sumaron a la música popular urbana y también es posible entenderlas como folclor. Son, en orden cronológico, la música típica popularizada por conjuntos de huasos desde los años '20, la proyección folclórica, la cueca brava, el neofolclor y la Nueva Canción Chilena.

Después de precursoras folcloristas de fines del siglo XIX como Petronila Orellana y Esther Martínez, la primera de estas escuelas es la que inician Los Cuatro Huasos (1927), Los Huasos Quincheros (1937) y Los Provincianos (1938): conjuntos de origen citadino y universitario que abordan como género principal la tonada campesina y, en vez de recrearla en su estado natural, la estilizan en arreglos para cuartetos de voces y guitarras, lo que vale a esta corriente el nombre de música típica. Enriquecido además por autores como Clara Solovera, Francisco Flores del Campo o Luis Bahamonde y por intérpretes como el Dúo Rey Silva, Ester Soré, Silvia Infantas o la primera Ginette Acevedo, este movimiento se extiende holgadamente hasta los años '60 con el compositor Raúl de Ramón y tiene en los propios Quincheros, activos hasta hoy, un ejemplo de rara longevidad musical.

Si las fuentes de la música típica están concentradas en la zona central chilena, en los años '50 una serie de nuevos exponentes ampliaría ese campo: los conjuntos de proyección folclórica. Además de cuecas y tonadas surgen géneros regionales como el rin, la sirilla, la pericona o el parabién, y en esa tarea es fundamental el trabajo de tres investigadoras mayores: Violeta Parra, Margot Loyola y Gabriela Pizarro son la inspiración directa de grupos como Cuncumén, Millaray y Palomar. Margot Loyola, gestora de Palomar, inaugura ya en 1949 sus cursos para la Escuela de Temporada de la Universidad de Chile y vuelca allí sus investigaciones. Violeta Parra inicia sistemáticamente esa tarea en 1953 y empieza a grabar en 1955: en sus primeros long-plays con el sello Odeon también incluye recopilaciones. Y Gabriela Pizarro comienza en 1964 a registrar junto a Héctor Gitano Pavez esos repertorios con el conjunto Millaray. A su vez, con Rolando Alarcón y Víctor Jara entre sus primeros directores, Cuncumén es el más activo de estos conjuntos y también se mantiene vigente.

El campo tampoco es el único paisaje del folclor chileno. Es en conventillos, chinganas y viejos barrios bravos de Santiago y Valparaíso donde se desarrolla otra apasionante escuela popular incubada por más de un siglo: la cueca brava o, si se trata del puerto, cueca de la orilla. También conocidas como chilenas, estas cuecas hacen extensivo el nombre de chileneros a sus cultores, y, junto a eminencias como Mario Catalán, Segundo Zamora y Efraín Navarro, el más reconocido conjunto del estilo es precisamente Los Chileneros, integrado por los decanos Hernán Nano Núñez, Raúl Lizama, Luis Hernán Baucha Araneda y Eduardo Mesías. Iniciados en los años '30, comenzaron a grabar en 1967 y se mantienen vigentes. Contemporáneos suyos son Los Chinganeros, liderados por el también veterano Fernando González Marabolí, y cuequeros porteños como Jorge Montiel, Benito Núñez y Gilberto Espinoza, además del célebre Roberto Parra, creador de las cuecas choras. Y herederos nuevos de la veta se encuentran en conjuntos como Los Tricolores y Los Santiaguinos.

Tendencias posteriores como el neofolclor, la Nueva Canción Chilena y actuales cantores campesinos como René Inostroza siguen ampliando la raíz folclórica a nuevas músicas de Chile y el continente. Y en paralelo a estos movimientos, el estudio sistemático del folclor en Chile se remonta a la creación de una Sociedad del Folklore Chileno en 1909, por iniciativa de Rodolfo Lenz, Julio Vicuña Cifuentes y otros. La tarea sería reanudada luego por estudiosos como Antonio Acevedo Hernández o, en los años '60, Manuel Dannemann, Raquel Barros y María Ester Grebe, y por investigadores actuales como Patricia Chavarría y Osvaldo Jaque, fundador del conjunto Paillal, que siguen desentrañando el ancestral folclor de Chile.

—David Ponce.



Sitios webs relacionados:

- Música de Chile
- Folklore.cl
- Musica.cl


Ver lista completa de artistas relacionados con el género Folclor