Los círculos kirchnerianos

 

 

                   Desde que el Senador Eduardo Duhalde se instaló como Presidente de la Nación, luego de la triste  semana de los cinco presidentes”, comenzaron a florecer –auspiciados desde el poder prebendario- diferentes corrientes piqueteras en las que se destaca el candidato a Gobernador por la provincia de Buenos Aires, Luis D’Elía.

 

                   Este ideólogo de la liberación dijo textualmente el pasado 24 de agosto al Diario  La Nación” de Buenos Aires que su organización piquetera posee armas de guerra dispuestas a defender el proyecto hegemónico del Presidente Néstor Kirchner.  Dijo entre otras barbaridades que  la Constitución Nacional nos habilita a resistir contra aquellos que quieran golpear a la democracia”, no aclarando qué tipo de resistencia utilizarían.

 

                   Luego de acusar a Duhalde como enemigo del Presidente; que Lavagna no representa el pensamiento kirchneriano y que Scioli era la  cabecera de playa” de intereses que no responden al gobierno, D’Elía expresó que  Argentina va en camino de un enfrentamiento similar al sucedido en Venezuela en el año 2002”…”Estaremos en la calle para defender a Kirchner…y si es necesario a los tiros” (sic)

 

                  Ante las declaraciones lindantes con la apología del delito propaladas por el líder piquetero –y amigo del Presidente- ningún representante del Poder Ejecutivo salió a negar ni menos a criticar las infamias del socio político.  Menos podríamos pretender que algún representante oficial les recordara a los  círculos kirchnerianos” que nuestra sagrada Carta Magna establece la libertad de circulación en las rutas y calles nacionales, hecho que nos tienen acostumbrados a violar en forma constante y que el jueves 28 marcará uno de sus mayores hitos en miras de mayor cantidad de  planes no trabajar”: cortarán todos los accesos a la ciudad de Buenos Aires por lo que resultará cuasi imposible ingresar o egresar del coto capitalino.

 

                    El que calla, otorga”, dice el refranero popular y en este tema, el gobierno no sólo calla sino que fomenta.  La sociedad silenciosa verá violada su libre circulación y seguirá en manos de aquellos que ven en Kirchner un argentinismo del autoritarismo de Chávez.

 

                    Como corolario ideológico, en la visita presidencial a Misiones, su candidato oficial a gobernador concluyó su discurso con una histórica frase pronunciada por alguien que no amaba ni la libertad ni menos aún la democracia: dijo Rovira al concluir su alocución  Hasta la victoria, siempre…”

 

                      Estimado lector, cualquier similitud con la realidad o con el futuro, es una triste confusión. Eso esperamos.

 

 

                                                       Humberto Bonanata

 

 

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